Es la pérdida de paralelismo de los ojos. Los dos ojos no miran al mismo sitio, uno de ellos dirige la mirada al objeto que fija, mientras que el otro se desvía en otra dirección.
La desviación puede ser grande y entonces constituye un defecto estético llamativo, pero puede haber casos donde la desviación es muy pequeña, no apreciándose estéticamente, puede pasar desapercibido, pero creará los mismos problemas de visión que las grandes desviaciones.